El Soyate está ubicado en Zacatecas y es uno de los bienes más importantes de la Dinastía Aguilar. Fue construido por Antonio Aguilar.
Antonio Aguilar y Flor Silvestre se convirtieron en una leyenda del espectáculo en México y juntos iniciaron la famosa Dinastía Aguilar, una familia llena de artistas. Para expresar su amor por su esposa, El Charro de México le construyó El Soyate, un rancho en Zacatecas que se convirtió en la herencia de sus hijos y donde todos se reúnen para celebrar ocasiones especiales.
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Esta propiedad es un símbolo de la Dinastía Aguilar y lleva por nombre El Soyate. Se encuentra ubicada en el municipio de Tayahua y abarca miles de hectáreas.
Lo que la hace especial es que Antonio Aguilar no solo adquirió el terreno, sino que también diseñó la impresionante casa donde cada miembro de la familia tiene su propio espacio.
El Soyate es un lugar lleno de historia y tradición para la familia Aguilar. Además de la casa principal, cuenta con diversos espacios que han sido testigos de momentos inolvidables.
En el amplio jardín se pueden encontrar fuentes, jardines y áreas para disfrutar de la naturaleza. Los caballos son una pasión compartida por todos, y Ángela Aguilar, por ejemplo, comparte en redes sociales su amor por su caballo.
¿Quiénes son los dueños del rancho El Soyate?
Flor Silvestre, antes de conocer a Antonio Aguilar y contraer matrimonio con él, ya había estado casada dos veces y había tenido tres hijos mayores: Dalia Inés, Francisco Rubiales y Marcela Rubiales.
Sin embargo, los únicos herederos y propietarios del rancho El Soyate son Antonio Aguilar Jr. y Pepe Aguilar, como afirmó Marcela en una entrevista: “Es para Pepe y Toño porque ellos fueron los que trabajaron en ese rancho”.
Esta propiedad es tan significativa que incluso cuenta con una capilla donde descansan los restos de ambos y están cobijados por importantes fotografías. Flor Silvestre expresó antes de su fallecimiento el 25 de noviembre de 2020, su deseo de ser sepultada junto a su esposo.
Para toda la familia, cada rincón de El Soyate evoca una profunda nostalgia y, sin duda, alberga los mejores recuerdos de las dos personas que dieron inicio a la Dinastía Aguilar, una auténtica leyenda de la música ranchera mexicana.
¿Cómo luce el rancho de Pepe Aguilar?
En el interior de la casa principal, se puede apreciar una imponente pared de ladrillo que le da un toque de autenticidad y carácter.
Los muebles y la decoración mantienen la esencia y la historia de Antonio Aguilar y Flor Silvestre, con fotografías y cuadros que evocan momentos memorables. Los últimos años de vida de la pareja transcurrieron en este lugar tan especial.
La propiedad cuenta con diversas fuentes, un establo y una caballeriza donde la Dinastía Aguilar cuida de los caballos que participan en sus espectáculos.
Además, son grandes aficionados a estos animales y los muestran con orgullo en las redes sociales, como Ángela, quien comparte fotos de Troyano, su caballo negro que siempre la acompaña.
Su interior está amueblado con objetos típicos de tonos oscuros que mantienen la esencia del lugar. La decoración está repleta de recuerdos de Antonio Aguilar y Flor Silvestre, como fotografías y cuadros que evocan momentos especiales. Fue allí donde pasaron los últimos años de su vida.
Uno de los aspectos más significativos de El Soyate es la capilla que alberga los restos de Flor Silvestre, tal como ella misma lo había solicitado antes de su fallecimiento.
Este lugar de descanso perpetuo junto a su amado esposo, Antonio Aguilar, refleja el profundo amor y la conexión entre ellos.
El Soyate representa mucho más que una propiedad para la familia Aguilar. Es un legado de tradición, música y amor familiar que se ha transmitido a lo largo de generaciones.
Cada rincón de este lugar evoca recuerdos entrañables y la presencia de dos figuras legendarias que dejaron una huella imborrable en la música mexicana.